A lo largo de los últimos tiempos, los expertos del marketing han señalado muchas y muy variadas aplicaciones que se pueden añadir al empaquetado o packaging de los productos para hacer que estos sean mucho más eficaces a la hora de llegar a los consumidores y transmitirles los valores que la marca quiere propagar.
El empaquetado puede hacer que las cosas nos sepan distintas. Esto es lo que defienden ya algunos investigadores. El profesor de psicología experimental de la Universidad de Oxford, Charles Spence4, está investigando sobre cómo el color, la forma o el sonido pueden alterar la percepción del sabor. Los elementos que rodean al producto, el envase en el que se presenta al consumidor, pueden hacer que el comprador lo vea de un modo completamente distinto.