Ademas, los cambios estructurales en el sector – y la evolución del sistema financiero sueco tras las últimas crisis – han provocado la entrada con ímpetu de nuevos actores en el mercado, como son las empresas de capital de riesgo, el acceso de la inversión extranjera y la tendencia al intercambio de actividad que se ha producido entre la banca y los seguros. Es decir, los grandes bancos tienen operaciones en el sector de los seguros, mientras que muchas grandes compañías aseguradoras tienen sus propios bancos.