Por otro lado la metáfora de la lepra es la idealización de una sociedad “pura” libre del mal, casi mística. Al indeseable (leproso) se le señala y se le expulsa a que se pudra en soledad lejos, para no contaminar esa sociedad limpia/integra. Es el modelo que estigmatiza, excluye y expulsa al “leproso”, utilizando diversas y variadas estrategias de control del poder, ejerciendo una vigilancia de forma individualizada y continua.