Una situación de estabilidad financiera podría decirse que es aquella en la que el sistema monetario y financiero operan de forma fluida y eficiente. La estabilidad financiera es un elemento imprescindible para el funcionamiento de la economía ya que, facilita un clima de confianza para la toma de decisiones. Esto, entre otras cosas, supone que la economía se desarrolla sin sobresaltos, y que los fondos que generan los ahorradores se distribuya adecuadamente a los demandantes de recursos económicos.